- ES
- EN
3 Mayo, 2017
Cada vez más, estamos asistiendo a una gran proliferación de pequeñas agencias, independientes o no, con carteras que incluyen clientes de gran dimensión. Por otro lado, dado que los avances tecnológicos y la situación económica de estos últimos años lo han querido así, estos clientes tiene la capacidad (incluso la necesidad) de generar material audiovisual.
Por tanto, estas agencias con estructuras pequeñas tienen la oportunidad, por otro lado maravillosa, de poder trabajar con estos clientes en proyectos audiovisuales que en otros tiempos hubiera sido impensable. Sin embargo, los procesos propios de este tipo de proyectos, debido a su complejidad, exigen a las agencias un sobresfuerzo que a menudo va más allá de su capacidad organizativa y de gestión ya que éstas no cuentan entre sus cargos con un producer.
Y nos preguntamos ¿cómo es que hay tantas agencias que no cuentan con un producer en nómina? La realidad es que las barreras económicas hacen que esta sea en muchos casos la última incorporación, puesto que los demás cargos de la agencia resultan imprescindibles y además, a menudo, puede parecer que el producer es innecesario. Los ejecutivos de cuentas pueden llamar directamente a la productora. Los creativos y directores de arte tienen la capacidad de trabajar los temas visuales con el director del anuncio. Incluso se puede contratar un cost controller externo que valore que el presupuesto no se dispara de forma inusual. Sin embargo, todas estas cosas que parece que deberían funcionar de forma natural no lo hacen. Generalmente este tipo de organización genera conflictos y tiranteces, por no hablar de profesionales exhaustos, pérdida de información vital en el camino y desajustes en el calendario.
Además, y este es un hecho comprobado, un producer de agencia puede resultar un inversión muy provechosa a largo plazo. Evitando pequeñas fugas, errores o malentendidos, es capaz de ahorrar en cada proyecto. Evitando además, si tiene la suficiente experiencia, que una agencia pequeña o mediana haya de recurrir a un servicio de producción externo conducido por una gran empresa, a cambio de un fee considerable, si alguna vez se encuentra sobre la mesa con la necesidad de rodar un proyecto grande o muy complejo.
Siempre existe también la posibilidad de contratar servicios externos de producción mediante un agente freelance. Sin embargo, y dada la demanda, la calidad-precio de este tipo de servicios raramente es una opción de total garantía si se escoge un profesional que no cuadra con la agencia o con el proyecto. Como imagináis existen muchos tipos de producers de agencia, y hay que tener claro que la calidad se paga, y se paga bien. Por otro lado, y dado el perfil del trabajo, es esencial que para que su funcionamiento sea correcto la relación entre la agencia y su producer sea de confianza ciega y de conocimiento mutuo. Por ello, siempre se obtendrá mejor resultado de un producer que tenga una relación de larga duración con la agencia.
El producer de agencia es un seguro de vida, el paso necesario de cualquier agencia para llevar a cabo sus proyectos audiovisuales con éxito, con la máxima calidad y con buen rendimiento económico. Sabiendo haber invertido el tiempo y los recursos de la forma adecuada para que la pieza final luzca lo más posible. La figura del producer hace mejor y más fácil el proceso de producción y el resultado en sí, y lo consigue generalmente haciendo que el trabajo de todos los que le rodean brille más.
Foto. Yosigo.